La música es para muchos un hobby, para otros un trabajo, y para la mayoría una de sus grandes pasiones, aunque se limiten a escucharla y a cantarla en la ducha, sin ninguna más pretensión que gozar de esos sonidos y de las emociones que las canciones nos provocan. Y es que no todo el mundo tiene talento para convertirse en músico profesional… ¿o tal vez sí? ¿Hasta qué punto el músico debe tirar de talento “natural”, y hasta qué punto llega la preparación, el estudio y el ensayo? Hay casos muy sonados de personas que, sin tener mucho oído, han conseguido ser músicos notables y ganarse la vida incluso con sus canciones, gracias al esfuerzo que han puesto, al aprendizaje a través de innumerables horas de ensayo. Porque como cualquier otro arte, la música también se puede aprender, en todos los estilos, desde la clásica hasta el techno, pasando por el heavy o el flamenco.
Vivir de la música, eso sí, no es nada fácil. Mucha gente con talento ni siquiera puede aspirar a disfrutar de esa vida que siempre soñaron, haciendo sus canciones, grabando discos y apareciendo en conciertos en giras interminables. Y no hablamos ya de ganar millones de dólares con la música, sino simplemente de tener para vivir, o sobrevivir, en el peor de los casos. La música es una industria bastante compleja, en la que el talento no tiene por qué ser la principal baza de un artista para ser reconocido. Sin embargo, hay un tipo de músico que sí que suele poder vivir bien de lo que hace: los DJs. Y es que hacer mezclas y pinchar en directo también es una forma de música, y se requiere talento, preparación y mucho esfuerzo para conseguirlo. Sin embargo, un DJ puede pinchar en muchos garitos cada fin de semana, ganándose un buen dinero con ello, porque es más fácil contratar a un solo músico que a cinco en una banda.
La decisión de ser DJ
Has tomado la decisión de convertirte en pinchadiscos, ya sea porque te gusta mucho la música y quieres crear tu propio estilo, o porque estás interesado en emular a esos DJs con los que te cruzas cada fin de semana en las discotecas y garitos. La emoción que se siente cuando tienes a todo el mundo bailando a tu son, cuando sabes que controlas el ambiente con tu música y que eres capaz de conseguir que esas personas que están ahí cambien su estado de ánimo a golpe de platos y efectos, es algo indescriptible. Por eso muchos quieren aprender a ser DJs, pero la mayoría se queda en el camino, tal vez por pensar que es algo sencillo, cuando en realidad tiene mucho esfuerzo y mucha preparación detrás. Lo primero, obviamente, es estar seguros de verdad de que queremos convertirnos en pinchadiscos y llegar a ser DJs profesionales.
Materiales para empezar
Como con cualquier otro hobby o profesión, para ser DJ también debemos hacer un primer desembolso importante, una inversión en equipo, en este caso, que nos servirá para poder pinchar en cualquier lugar al que nos inviten y tener nuestro propio set, por lo que pueda pasar. Hay DJs que pinchan con mesa, algo muy habitual, aunque los vinilos ya no se lleven tanto. Una buena mesa virtual con dos platos puede costar por encima de 400-500 dólares, pero será imprescindible para empezar. También necesitaremos una colección de vinilos, si vamos a pinchar con ellos, o en su defecto, un equipo informático, un portátil preferiblemente, para poder utilizarlo en las mezclas. Tener unos buenos cascos como referencia también será imprescindible para poder dedicarnos a esto de mezclar canciones en directo. Y si disponemos de un equipo de sonido y luces propio, eso nos ayudará a conseguir mucho más trabajo.
Tipos de DJ
Cuando uno piensa en ser DJ, seguramente solo se imagine pinchando en garitos y discotecas, ya que es lo que la mayoría de DJs hacen. Sin embargo, hay varios tipos de pinchadiscos, y uno debe saber muy bien hacia dónde encaminarse si se quiere convertir en uno o en otro. Por ejemplo, el DJ de club es el que estamos más habituados a ver. Se adapta a la música que ponen en un lugar concreto y suele llevar a cabo sesiones muy largas, para hacer bailar a la gente. Está también el DJ de fiestas, que normalmente lleva un repertorio más amplio y se deja guiar por las sugerencias de los asistentes a los eventos en los que pincha, ya sean bodas, cumpleaños, etc… Es un trabajo algo más impersonal, pero también interesante, porque suele ser una buena salida para ganar dinero.
Por supuesto, también tenemos a esos DJs que hacen sus propias mezclas y las lanzan, como creaciones particulares, para pincharlas también luego en festivales, garitos y demás. Son los DJs que aspiran a ganar fama, los que todo el mundo ve como ricos y populares. El DJ productor es también una figura muy interesante, ya que coge música de otros y las remezcla hasta crear canciones nuevas, versiones diferentes de temas reconocidos, que luego suenan mucho en las discotecas. Por último también tenemos los DJs de scratching y de banda, que suelen acompañar a músicos de hip hop y otros estilos, aportando su toque en las bases, para darle un aire más electrónico y especial a esa música.
¿Es posible ganarse la vida como DJ?
He aquí la pregunta del millón, lo que muchos quieren saber antes de meterse en este mundillo de la música electrónica. Como hemos visto anteriormente, hay diferentes estilos para ser DJ, aunque muchos pinchadiscos tienen que alternar entre uno y otro tipo para ganarse la vida. Porque sí, se puede vivir de pinchar en los garitos, de crear tus propias mezclas y lanzarlas, e incluso de acompañar a otros grupos y artistas como DJ invitado y formar parte de una banda, por ejemplo. De hecho, puede ser algo más sencillo que intentar vivir de la música siendo cantante o guitarrista, porque los DJs tienen un sector de coincidencia mucho más amplio en los lugares donde pueden pinchar su música.
¿Cómo podemos ganarnos la vida siendo DJs? Lo más habitual es pinchar allí donde nos llamen. Si tenemos un presupuesto relativamente holgado y hacemos bolos todas las semanas, podemos sacarnos un buen dinero. Esto dependerá también del estilo que tengamos, de nuestra propia fama, etc… Siempre hemos de intentar demostrar nuestro sello, marcar la diferencia con el resto de DJs, pero a la vez mantenernos dentro de lo comercial para no cerrarnos puertas a la hora de pinchar en tal o cual sitio. Expandir nuestro territorio, conocer a gente, sobre todo si tienen contactos en locales donde poder actuar, también será imprescindible para dar ese paso al frente y vivir de esto.